Maria Telkes quería que se utilizaran nuevas formas de energía en su vida, por lo que inventó una forma de aprovechar el poder del sol. Nacida en Budapest, Hungría en 1900, Telkes se interesó en la energía solar mientras estaba en la escuela secundaria, por lo que más tarde estudió en la Universidad de Budapest y se graduó con un doctorado en química física. Este amor por la ciencia la llevó hasta los Estados Unidos, donde en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), se centró en los usos prácticos de la energía solar. En el MIT, diseñó un sistema de calefacción solar que era capaz de capturar y almacenar energía solar utilizando química.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el gobierno de los Estados Unidos le pidió que fabricara un dispositivo solar para convertir el agua de mar en agua dulce. Hizo esto creando un evaporador de agua portátil que eliminaba la sal del agua de mar vaporizándola y luego convirtiéndola en agua potable. ¡Imagínese hacer todo eso por solo una taza de agua fría! Estaba haciendo un trabajo increíble en su campo, por lo que en 1952, ganó el primer Premio de Logro de la Sociedad de Mujeres Ingenieras. Telkes fundó el primer laboratorio dedicado a la investigación de energía solar en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Nueva York. Quería asegurarse de que la ciencia siguiera estudiando la energía solar para ver qué más podían hacer los humanos con esta nueva fuente de energía porque las posibilidades eran infinitas.
En 1977, Telkes fue reconocida como una de las pioneras y fundadoras más importantes del mundo en energía solar cuando fue honrada con el Premio Charles Greeley Abbot por la Sección Estadounidense de la Sociedad Internacional de Energía Solar. Su trabajo sigue vivo a través de sus muchos inventos, como los primeros hornos solares, sistemas de calefacción solar y un sistema de destilación de agua solar para hacer que el agua de mar sea potable. Todo su importante trabajo le valió el apodo de «la Reina del Sol» y mientras todavía haya sol en el cielo, su trabajo siempre inspirará a generaciones de nuevos científicos que buscan la próxima fuente de energía.